Se cerró el telón: Francos no volvería al Senado para no repetir el show del furcio
Prometió “crecimiento y pobreza”, huyó con los papeles bajo el brazo y ahora se borra de la segunda función. Prefiere la radio con periodistas amigos antes que enfrentar al Senado. Internas, stress y papelones: el ocaso de Francos, en cámara lenta.
BUENOS AIRES 29 de junio de 2025 – El Congreso esperaba el “acto II” del informe de gestión, pero el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ya decidió bajarse de la función. Después del escándalo en el Senado, el hombre fuerte de la Casa Rosada optó por el silencio radial y la retirada estratégica. ¿No quiere volver a pasar vergüenza, o simplemente no le da más el cuerpo?
Todo comenzó con una escena digna de archivo: en plena exposición, tras horas de respuestas monótonas y un furcio fatal —habló de “un crecimiento importante de la pobreza”—, Francos no soportó que la senadora Cristina López lo llamara “mentiroso” y abandonó el recinto con papeles en mano, sin despedidas ni explicaciones. La Cámara votó un cuarto intermedio y lo convocó nuevamente para el miércoles siguiente. Pero el funcionario ya dejó claro que no piensa regresar.
“No voy para que me falten el respeto”, dijo en la radio, rodeado de periodistas amigos y sin riesgo de réplicas incómodas. En su entorno aseguran que Francos está entre el enojo y la impotencia: tras aceptar su lugar por debajo de Santiago Caputo en el esquema de poder, pensó que las presiones internas iban a cesar. Pero no: ahora el Senado lo empuja de nuevo a escena, justo cuando empezaba a cicatrizar las heridas de su lucha contra el asesor estrella.
Aquella pelea no fue gratis. La salud le pasó factura: internaciones, stress y episodios de tensión aguda marcaron el detrás de escena de su rol en el gobierno. Hoy, cada exposición pública lo acerca más a la recaída que a la reivindicación.
¿Volverá al Congreso? Todo indica que no. Francos eligió los micrófonos complacientes y el off the record, antes que bancarse otra jornada en vivo.