A lo Antonito de la Rúa: el hijo de Luis Arce, sin cargo ni mandato, negocia el litio boliviano
Una nueva bomba sacude a Bolivia: audios atribuidos al hijo del presidente lo muestran operando contratos millonarios como si fuera ministro. El caso recuerda al tristemente célebre hijo de De la Rúa.

BUENOS AIRES – 4 de julio de 2025 – La política boliviana suma un nuevo capítulo escandaloso. A la reciente investigación de Negocios y Política que reveló una trama de proscripción contra Evo Morales, ahora se suman explosivos audios que comprometen directamente al hijo del presidente Luis Arce. Luis Marcelo Arce Mosqueira, que no ostenta ningún cargo público, fue señalado por el diputado evista Héctor Arce como el operador en las sombras de millonarios negocios con el litio boliviano.
El legislador, leal al evismo, hizo público un audio durante una sesión parlamentaria en la que se debatían contratos con la empresa china CBC. En la grabación se escucha al hijo del presidente diciendo: “Bolivia tiene 2.400 hectáreas de piscinas, podemos pasar de 15.000 toneladas a 100.000. Ese es mi proyecto.” Y más aún: afirma haber recibido luz verde directa de su padre: “Yo cuando hablé con Luis me dijo: ‘Hijo, yo no tengo tiempo, hazte cargo del litio y del gas también’.”
El presidente de Bolivia, según la voz del audio, habría delegado el manejo de dos de los recursos estratégicos más importantes del país a su hijo. Sin firma, sin decreto, sin control institucional. Un déjà vu que recuerda al rol de Antonito de la Rúa durante el los últimos dias del gobierno de la Alianza en Argentina.
💥 Lobby, negocios y silencio oficial
La acusación pone en jaque la ya golpeada imagen del gobierno de Luis Arce, en medio de crecientes tensiones internas y denuncias por persecución política. El diputado Héctor Arce exigió que se investigue la veracidad de la grabación, aunque no dudó en su autenticidad: “Es una prueba clara de negociados y lobby con el litio”, sentenció.
El hijo presidencial habla de megaproyectos, de inversiones y de contactos con empresas extranjeras como si se tratara de un CEO estatal, pero sin rendir cuentas ni responder ante la Asamblea.