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Escandalo POLITICO
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El “Nono” Vargas lanza una opereta y usa el nombre del Dr. Barry para agitar la interna de La Libertad Avanza

La supuesta nominación del abogado Barry a la Corte fue una operación pura y dura del “Nono” Vargas: usaron el nombre de un profesional prestigioso, sin su consentimiento, para tensar la interna de La Libertad Avanza y medir poder. El movimiento estalló adentro del oficialismo, irritó a la oposición y dejó expuesto el nivel de desorden interno. Barry nunca fue candidato: fue el combustible de una maniobra que incendió la política provincial.

Por Negocios y Política

La supuesta nominación del abogado Barry a la Corte fue una operación pura y dura del “Nono” Vargas: usaron el nombre de un profesional prestigioso, sin su consentimiento, para tensar la interna de La Libertad Avanza y medir poder. El movimiento estalló adentro del oficialismo, irritó a la oposición y dejó expuesto el nivel de desorden interno. Barry nunca fue candidato: fue el combustible de una maniobra que incendió la política provincial.El “Nono” Vargas lanza una opereta y usa el nombre del Dr. Barry para agitar la interna de La Libertad Avanza
El prestigioso abogado no es candidato ni fue consultado: su nombre aparece en una maniobra política sin sustento institucional

El clima político provincial volvió a enrarecerse después de que comenzara a circular la supuesta nominación del Dr. Barry —abogado recibido en la Universidad de Buenos Aires en 1994 y con un Master en Derecho Empresario en la Universidad de San Andrés (2001)— como potencial integrante de la Corte Suprema provincial.
Pero detrás del ruido, no hay ni expediente, ni aval del Ejecutivo, ni intención del propio Barry.
Lo que sí existe es una operación interna, impulsada por el operador libertario conocido como “el Nono” Vargas y su entorno.

Según reconstruyó este medio, el apellido Barry fue utilizado sin su participación para dar forma a un globo de ensayo político, un movimiento destinado a tensar la interna de La Libertad Avanza y reposicionar a Vargas en la disputa por el capítulo judicial.

Barry: un nombre con trayectoria, secuestrado por una operación

El Dr. Barry —quien integra uno de los estudios jurídicos corporativos más reconocidos del país— cuenta con una sólida formación académica y una carrera profesional ajena a las internas partidarias. Su perfil técnico, prestigioso y respetado lo convertía en un candidato verosímil, y justamente por eso fue elegido como pieza de la operación.

Fuentes cercanas al abogado aseguran que no está al tanto de ninguna postulación y que no forma parte de La Libertad Avanza ni de negociaciones judiciales.

“Usaron su nombre porque es serio, porque suena bien, y porque puede generar impacto —pero no porque haya una candidatura real”, explicó un dirigente legislativo.

La jugada del Nono Vargas: medir, tensar, reposicionarse

La operación consistió en lo siguiente:

Filtrar el apellido Barry como eventual nominado a la Corte.

Dejar que el rumor circulara entre legisladores, periodistas y funcionarios judiciales.

Observar qué sectores se alineaban, cuáles se inquietaban y quiénes quedaban descolocados.

Un referente libertario lo explicó en off con crudeza:

“El Nono quiso mostrar que todavía maneja resortes. Barry fue un nombre útil, nada más.”

Dentro del oficialismo, la jugada cayó pésimo. Sectores más institucionalistas consideran que utilizar el nombre de un profesional respetado para una operación interna es “una irresponsabilidad política”.

Reacciones: sorpresa afuera, enojo adentro
En la oposición

Al principio respondieron como si se tratara de una candidatura real. Cuando se confirmó que no había nada formal, quedó la sensación de que habían sido arrastrados a una opereta ajena.

En el Poder Judicial

El movimiento fue leído como un intento de La Libertad Avanza —o de un sector de ella— de marcar territorio ante futuras negociaciones.

En La Libertad Avanza

La operación expuso fracturas internas. Dirigentes que no responden a Vargas lo acusan de “jugar para sí mismo” y de “crear problemas donde no los hay”.

Conclusión: un nombre prestigioso en medio de una interna desprolija

La operación para instalar a Barry como candidato fantasma a la Corte no reveló nada sobre el futuro del máximo tribunal, pero sí dejó expuesto:

El nivel de tensión interna en La Libertad Avanza.

La voluntad del Nono Vargas de recuperar protagonismo.

Y la ligereza con la que algunos sectores operan nombres sin medir consecuencias.

Al final, Barry nunca fue candidato.
Pero su apellido fue suficiente para encender una guerra política que La Libertad Avanza todavía no logra apagar.