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Política
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Milei en redes: discurso de león, defensa de ratón

En Time, Javier Milei presentaba su cuenta de X como el canal oficial para hablarle al pueblo sin intermediarios. Hoy, en la Justicia, dice que es solo un perfil personal, ajeno a su rol presidencial, para defenderse de la denuncia por insultar a un niño con autismo y la corrupción que salpica el caso $LIBRA.

Por Negocios y Política
Milei en redes: discurso de león, defensa de ratón

Buenos Aires, 11 de Agosto de 2025 – En mayo de 2024, Javier Milei le decía a la revista Time que ya no necesitaba periodistas: “¿Para qué necesito un intermediario, si puedo hablar directamente mediante mis redes?”. X (ex Twitter) era, según él, su cadena nacional sin horarios, el canal oficial del Presidente para llegar directo al pueblo, saltarse filtros mediáticos y marcar agenda. Allí anunciaba medidas, lanzaba batallas culturales y hasta le dio publicidad a la cripto $Libra, que meses después terminaría envuelta en una megaestafa.

Pero en la causa judicial iniciada por la familia de Ian Moche, el niño con autismo al que llamó “kuka”, la historia cambia. Milei asegura que su cuenta @JMilei “no es oficial ni institucional”, que el tuit “no fue un acto estatal” y que repostear no es ratificar. Todo, bajo el paraguas de la “libertad de expresión” y con la explicación de que sus palabras no eran para el chico, sino para un periodista mencionado en el post original.

El problema para Milei es que en la legislación argentina no existe un “modo avión” para la investidura: el Código Penal, la Ley de Ética Pública y la jurisprudencia sostienen que el carácter de funcionario se mantiene las 24 horas, con deberes de conducta y responsabilidad permanente. En otras palabras, un presidente sigue siendo presidente tuitee desde la Casa Rosada, desde un acto o desde el sillón de su casa. Así, el mismo canal que él presentó como “la voz directa del Presidente” en Time se convierte, cuando hay problemas judiciales, en una simple cuenta personal de un usuario que —casualmente— vive en la Casa Rosada, firma decretos y alguna vez promocionó una cripto que estafó a miles.