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Política
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Tensión en el bloque libertario por los dichos sobre médicos del Garrahan

Las declaraciones de Juliana Santillán sobre el Hospital Garrahan provocaron fuertes tensiones internas en el bloque oficialista.

Por N&P Política
Tensión en el bloque libertario por los dichos sobre médicos del Garrahan

Las recientes declaraciones públicas de las diputadas libertarias Lilia Lemoine y Juliana Santillán sobre el Hospital de Pediatría Garrahan reavivaron las tensiones internas dentro del bloque oficialista en la Cámara de Diputados. En particular, la figura de Santillán quedó en el centro de las críticas por intervenciones que, según fuentes legislativas, fueron consideradas “desatinadas” y generaron un “ruido innecesario” en medio de una agenda política ya compleja para el oficialismo.

El malestar creció tras su participación en medios como Todo Noticias (TN), donde Santillán defendió una postura que, para algunos de sus compañeros de bancada, resultó poco estratégica y sin respaldo político del conjunto. “Se corta sola”, afirman desde el entorno parlamentario, señalando que la legisladora actúa por fuera de las decisiones consensuadas dentro del bloque, lo que ha generado reproches tanto en el Congreso como en despachos del Ejecutivo.

“Hay bronca, porque no mide las consecuencias de sus palabras y compromete al resto”, indicó un diputado cercano a la conducción del bloque, aunque evitando dar nombres. Las críticas también hacen referencia a que Santillán habría utilizado como respaldo político su vínculo directo con el presidente Javier Milei, aludiendo en privado que “ella habla con Javier” y que sus declaraciones tienen el aval presidencial.

Este tipo de comportamientos tensiona la convivencia interna, especialmente cuando el gobierno necesita cohesión para avanzar con sus reformas. Las palabras de Lemoine, en las que calificó de “adoctrinadores” a médicos del Garrahan, tampoco pasaron desapercibidas, pero en el caso de Santillán, se habría superado un límite tácito de prudencia, al escalar el conflicto mediático sin consulta ni coordinación con las líneas del bloque.

Mientras tanto, en la oposición y en el sector médico se multiplican los repudios, lo que obliga a recalibrar el discurso oficialista. Por lo bajo, algunos legisladores libertarios reconocen que “hay que cuidar los frentes de batalla”, y que polemizar con sectores sensibles como la salud pública infantil puede terminar perjudicando el capital político del espacio.